Es muy habitual pensar que solo debemos ir al dentista cuando sufrimos algún dolor o tenemos algún problema, pero esto es una afirmación errónea. Cuando sentimos dolor quiere decir que algo ya va mal, por lo que si hubiésemos tenido una revisión previa, tal vez ese problema se hubiese solucionado antes de llegar a ese punto.
Revisar nuestra boca al menos una vez al año es un hecho del que cada vez más personas están concienciadas. Con una simple visita a nuestro dentista, que durará un par de minutos, podremos ahorrarnos problemas típicos que pueden derivar en problemas de mayor gravedad. Algunos de ellos son lo que te mencionaremos a continuación.
- Caries. Si una caries llega al nervio, en lugar de solucionarlo con un empaste, se deberá realizar una endodoncia.
- Sarro. La acumulación de sarro en las encías harán que estas se inflamen, sangren y puede llegar a provocar la movilidad de nuestras piezas dentales.
- Ausencias. Una ausencia puede provocar la pérdida de hueso en esa zona y la movilidad de los dientes adyacentes. Esto se puede evitar mediante el remplazo de la pieza ausente.
Estos son solo algunos ejemplos de los problemas que puedes evitar si, al menos, vas a una revisión anual con tu dentista. Observar los problemas antes de tiempo puede ayudarnos a evitar problemas más graves y complicados a largo plazo, además de tener una sonrisa bonita y sana.
Para una mejor información, puedes acudir a nuestra clínica dental en la cual estaremos encantados de ayudar a mejorar su salud bucal. Estamos en calle Ecuador, nº4, en Salamanca, y le haremos presupuesto completamente gratuito y sin compromiso.